Hubo y habrá tiempos aquellos en que Mapic unía el cielo y la tierra, con su tronco firme y sus ramas frondosas.
Suben y bajan los qom-tobas a buscar su comida y su bienestar.
Pero una vez un cazador guardó para si lo que era de todos y a la ancian no compartió. La furia se apoderó de la anciana con tal fuerza que el árbol cayó.
Desde entonces, los qom han aprendido y comparten. Pero no todos los hombres aprenden.
El monte del Chaco está despareciendo...
grupo de teatro Lapataenlapacha.
lapataenlapacha@yahoo.com.ar
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